Japón sufrió una serie de sismos, especialmente en la prefectura de Ishikawa, dejando un saldo de al menos 48 personas fallecidas y numerosos daños materiales.
El terremoto más intenso, de magnitud 7.6, ocurrió el lunes por la tarde, seguido de múltiples réplicas que continúan afectando la región.
Aparte de los fallecidos, 16 personas sufrieron heridas graves y los daños a las viviendas son tan extensos que aún no se cuantifican.
Las autoridades locales y medios de comunicación informaron sobre la destrucción de decenas de miles de viviendas, y las infraestructuras de servicios básicos como agua, electricidad y telefonía celular permanecen inoperantes en varias zonas.
Los residentes de Ishikawa, profundamente afectados, enfrentan la devastación de sus hogares y un futuro incierto. Miki Kobayashi, una de las residentes, expresó su desolación al ver su casa severamente dañada, la cual ya había sufrido daños en un terremoto anterior en 2007.
El gobierno japonés envió alrededor de mil soldados para apoyar las labores de rescate.
El primer ministro Fumio Kishida ha enfatizado que la prioridad es salvar vidas y ha asegurado que se está librando una batalla contra el tiempo para rescatar a las personas atrapadas.
Plantas nucleares, intactas
Mientras tanto, las autoridades reguladoras de la industria nuclear confirmaron que varias plantas nucleares en la región están operando con normalidad, un detalle crucial dado el histórico desastre nuclear de 2011 en Fukushima tras un sismo y tsunami.
Además del impacto directo en la población y las infraestructuras, el terremoto generó incendios, como el ocurrido en la ciudad de Wajima, y llevó a la emisión de advertencias de tsunami para la costa occidental de la isla de Honshu y la isla de Hokkaido.
La predicción de lluvias adicionales aumenta la preocupación por la estabilidad de edificaciones y estructuras ya dañadas.
Con información de AP
