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El pleno del Senado de la República aprobó la renuncia del ministro Arturo Zaldívar a la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), luego de 14 años de haber sido postulado y ratificado por los Poderes de la Unión, dimitiendo un año antes de la conclusión de su periodo.
De 123 votos, hubo 63 a favor, 43 en contra y 0 abstenciones para que a partir de este miércoles 15 de noviembre se oficialice la salida de Arturo Zaldívar de la Sala Superior y ahora comenzará un nuevo proceso para desginar a una nueva ministra.
La votación se dio en medio de controversia al interior de los diferentes grupos parlamentarios, puesto que muchos expresaron que en la carta de renuncia no se explicaba cuál sería la causal “grave” por la que se tuviera que separar de su cargo, misma que debe de conocerse, según lo que establece la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos (CPEUM).
Uno de los que siguió esta línea durante el debate fue el senador del Grupo Plural, Germán Martínez Cázares, el cual volvió a descalificar el paso de Zaldívar por la Suprema Corte y sentenció que dejó la dignidad por formar parte del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena).
“Allá ustedes, porque también se disfrazó de juez imparcial. Allá ustedes, porque disfraza una causa grave de un deseo personal. Allá ustedes, porque esconde la decencia debajo de la toga y ahora la esconderá detrás de un chaleco guinda”.
Sobre esa misma línea se pronunció el expresidente del Partido Acción Nacional (PAN), Gustavo A. Madero, quien calificó la renuncia del expresidente de la Suprema Corte como un regalo para el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO).
“Zaldívar le dice: ‘Presidente, le tengo un regalito. ¿Qué le parece si usted nombra cinco ministros? ¿Qué tal si en vez de tener un lacayo por un año, tiene una incondicional por 15?’. Y el presidente: ‘¡Venga mi Zaldívar! Usted sí sabe lo que yo quiero’. Lo que quiere el presidente es 15 años de una incondicional”.
Los morenistas, encabezados por la exministra Olga Sánchez Cordero, sentenció que no se puede obligar a alguien a estar en un cargo en el que ya no quiere permanecer, especialmente si tiene deseos de realizar un trabajo político.
Con información de Infobae
