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Este año, México enfrenta un incremento sin precedentes en las solicitudes de refugio. Esto a medida que la ola migratoria amenaza con sobrepasar la capacidad de los gobiernos a lo largo de la ruta hacia Estados Unidos.
Andrés Ramírez Silva, director de la Comisión Mexicana de Ayuda al Refugiado (COMAR), anticipa que el 2023 cerrará con unas 150 mil solicitudes; esto superará el récord del año anterior de 129 mil.
Ramírez Silva compartió a The Associated Press que el ritmo de solicitudes ha incrementado significativamente.
Debido a la demanda, COMAR solicitó el respaldo de la Guardia Nacional para reforzar la seguridad en el sur de México. Esto, luego de episodios violentos registrados recientemente. Agentes equipados con indumentaria antimotines fueron vistos en Tapachula, ciudad fronteriza con Guatemala, que representa la mitad de las solicitudes de refugio en México.
Los centros de atención en Tapachula enfrentan desafíos diarios al atender a miles de migrantes. Un reciente brote violento obligó a suspender momentáneamente los servicios.
Paralelamente, Panamá ha experimentado un flujo creciente de migrantes. Con más de 350 mil extranjeros atravesando la selva del Darién en lo que va del año, las autoridades decidieron incrementar las deportaciones y construir nuevas instalaciones en la frontera con Colombia.
En el ámbito local, México sigue identificando migrantes tratando de llegar a Estados Unidos a través de redes de tráfico. Recientemente, 350 migrantes fueron descubiertos en condiciones deplorables en Veracruz.
La desesperación se manifiesta en testimonios como el de Mikel Pérez, un cubano que viaja con sus hijos, o Daniela González, también originaria de Cuba, quienes enfrentan largas esperas y condiciones adversas en su intento de regularizar su estatus.
Según la COMAR, cubanos, haitianos y hondureños constituyen el 80% de las solicitudes.