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Un total de 13 mil trabajadores de la industria automotriz se declararon en huelga el pasado viernes. Esta decisión llegó después de un estancamiento en las conversaciones contractuales entre el sindicato United Auto Workers (UAW) y las tres principales automotrices de Detroit: General Motors, Ford y Stellantis.
En un hecho sin precedentes, miembros del UAW organizaron piquetes en plantas de ensamblaje de las tres compañías en diferentes estados, marcando la primera vez en sus 88 años de historia que se produce un paro simultáneo tras la expiración de contratos cuatrianuales.
Esta huelga llega en un momento crítico para la industria automotriz estadounidense, que se encuentra en transición hacia la fabricación de vehículos eléctricos. Además, de prolongarse, los concesionarios podrían enfrentar una escasez de vehículos, lo que podría llevar a un aumento en los precios.
Las repercusiones podrían incluso afectar las elecciones presidenciales, poniendo a prueba la posición pro sindical del presidente Joe Biden.
Liz Shuler, presidenta de la federación AFL-CIO, expresó la magnitud global de este evento:
“Trabajadores de todo el mundo están pendientes de esto”. A diferencia de huelgas anteriores, la actual, bajo el liderazgo del nuevo presidente del sindicato, Shawn Fain, enfrenta a las tres grandes empresas.
No sólo son mejores salarios
Fain ha sido claro en sus demandas salariales, solicitando un aumento del 36% en los próximos cuatro años, en contraste con las ofertas de GM y Ford del 20% y Stellantis del 17,5%.
La huelga no solo se centra en los salarios. Se busca eliminar distintos niveles salariales, restablecer compensaciones por el costo de vida, implementar una semana laboral de 32 horas con paga de 40 horas, recuperar pensiones tradicionales y aumentar las pensiones para jubilados.
Adelisa LeBron, empleada de Ford, refleja la ansiedad que muchos trabajadores sienten: “La huelga me pone nerviosa”, dijo.
Soy madre soltera de tres adolescentes. Con lo que gano, tengo que tener otro empleo a tiempo parcial para llegar a fin de mes
Fain recalca que las empresas, que generan miles de millones de dólares, pueden satisfacer las demandas sindicales.
Critica la postura corporativa y enfatiza que la mano de obra solo representa entre el 4 y 5% del costo total de un vehículo.
