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Dulce María Flores González, una madre que luchó por la custodia de sus hijos, fue encontrada muerta en un hotel del Estado de México tras desaparecer en Cuautla, Morelos. Su asesinato por asfixia mecánica es el trágico desenlace de una serie de violencias, denunció el Frente Nacional de Violencia Vicaria.
El hijo menor de Dulce, Fernando, de solo 8 años, fue asesinado a golpes en mayo pasado, presuntamente por su padre y su pareja. A pesar de haber obtenido la custodia desde 2016, los niños fueron llevados por su padre en 2022 y nunca regresaron.
La madre buscó recuperar a su hijo mayor, Santiago de 12 años, pero el juez le otorgó la custodia al hermano del padre, lo que pone en riesgo la vida de Santiago, quien ha declarado haber visto cómo mataron a golpes a su hermano.
Dulce María fue víctima de violencia institucional, al no recibir el apoyo y la atención necesaria para recuperar a sus hijos. El caso ha generado indignación y exige justicia por parte de la familia y activistas.
La familia materna exhortó a las autoridades a esclarecer el asesinato de Dulce Gabriela, de 31 años, y a proteger a Santiago, temiendo que también sea víctima de violencia por parte de la familia paterna.
