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Los rescatistas se encuentran en plena operación de recuperación tras el naufragio de un barco de pesca abarrotado de migrantes en aguas del sur de Grecia.
En tierra, los cadáveres de las víctimas están siendo trasladados a camiones refrigerados mientras continúa la búsqueda en el mar en busca de posibles sobrevivientes. Se teme que cientos de personas sigan desaparecidas.
Hasta el momento, se han recuperado al menos 78 cuerpos y se ha logrado rescatar a 104 pasajeros, entre ellos egipcios, sirios, paquistaníes, afganos y palestinos. Sin embargo, las autoridades temen que haya muchas más personas atrapadas bajo la cubierta del barco hundido. De confirmarse, esta tragedia sería una de las peores registradas en el Mediterráneo central.
Los sobrevivientes, en estado de shock, se encuentran en una situación muy difícil y buscan desesperadamente ponerse en contacto con sus familias para informarles que están a salvo.
La agencia de refugiados de Naciones Unidas brindó apoyo a los rescatados y se reunió con ellos en un hangar de almacenamiento en Kalamata, una ciudad portuaria del sur de Grecia.
El país declaró tres días de luto nacional y los políticos han suspendido la campaña electoral de cara a los comicios generales. Un fiscal del Tribunal Supremo ordenó una investigación para esclarecer las circunstancias de este trágico suceso.
Ante esta tragedia, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha expresado su profunda tristeza y ha prometido reforzar la cooperación entre la Unión Europea y los países vecinos para perseguir y combatir a los traficantes de personas, responsables de estas peligrosas travesías en busca de una vida mejor.
Con información de AP
