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Toyota, el gigante automovilístico de Japón, ha suspendido el envío de uno de sus modelos de vehículos después de descubrir que una de sus filiales, Daihatsu Motor Co., no realizó correctamente pruebas de choque. Este suceso se suma a los recientes contratiempos que la compañía ha enfrentado.
El error en las pruebas de choque afecta a 56.111 vehículos del modelo híbrido Toyota Raize y 22.329 vehículos del modelo Daihatsu Rocky. Todos estos vehículos se comercializaron en Japón.
Daihatsu, una subsidiaria completamente propiedad de Toyota y especializada en modelos pequeños, admitió que en las pruebas de choque defectuosas, los resultados de un poste utilizado para medir el impacto en un lado del vehículo se usaron para el otro lado, cuando deberían haberse probado ambos lados por separado.
Este incidente llega en un momento complicado para Toyota, que hace una semana reveló una brecha en la seguridad de datos en su servicio en línea Connected, que afectó la información de los conductores de más de 2 millones de vehículos durante una década.
Además, hace un mes, se descubrió un problema similar con las pruebas de choque en modelos de Daihatsu vendidos en el extranjero. Esta situación afectó a 88,123 vehículos y una revisión posterior reveló irregularidades también en el mercado japonés.
