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Los hijos de Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera enviaron una carta a la opinión pública en la que se deslindan de las acusaciones de la DEA sobre su supuesta responsabilidad en el tráfico de fentanilo a Estados Unidos.
En la misiva, entregada al equipo de la periodista Azucena Uresti en Milenio, los hijos del capo afirman no ser la cabeza del Cártel de Sinaloa ni estar interesados en serlo.
Además, acusan a otros grupos independientes de utilizar sus nombres y el de su padre para trabajar con total impunidad.
Los documentos recientes de la Corte del Distrito Sur de Nueva York detallan cómo Los Chapitos habrían incrementado y perfeccionado su red de tráfico de fentanilo a Estados Unidos desde 2014.
Cada uno de los hijos del “Chapo” tiene un papel específico dentro del cártel, y la DEA los ha acusado de perpetrar violencia de manera directa e incluso de ordenar torturas y asesinatos.
La acusación que adquirió más relevancia fue que Los Chapitos aparentemente tenían tigres bajo su cuidado y los alimentaban con sus enemigos cuando seguían con vida.
Los hijos de “El Chapo” argumentan que dicha historia es falsa y que no tienen ni tuvieron tigres.
Además, se deslindan de la aparente participación de Ovidio Guzmán en la tortura del “Guacho”, un sicario de los Beltrán Leyva que “El Chapo” había ordenado secuestrar en 2010.
Los Chapitos reconocieron la presencia de fentanilo en Sinaloa, pero se deslindaron de las operaciones relacionadas con dicho opioide.
En este sentido, sugirieron que las autoridades no han implementado investigaciones lo suficientemente sólidas al respecto y acusaron deficiencias en las investigaciones.
En la carta entregada a Milenio, los hijos de “El Chapo” también se deslindaron de la pugna con otros grupos criminales y señalaron que jamás se involucraron en guerra o diferencia alguna contra el grupo denominado Los Zetas.
