Aeromar, una de las aerolíneas más antiguas de México, se encuentra al borde del colapso financiero. La compañía debe 500 millones de pesos al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) y a los pilotos, quienes han amenazado con iniciar una huelga.
Si no se cumplen los acuerdos para pagar esta deuda, la aerolínea podría convertirse en la octava compañía aérea mexicana en dejar de volar en lo que va del siglo XXI.
El futuro de Aeromar ha sido incierto durante varios años, y las recientes noticias sugieren que la compañía podría estar en problemas.
Hace un mes, la Marina aseguró dos hangares de Aeromar en el AICM debido a las deudas de la empresa, pero fueron liberados después de que ambas partes llegaron a acuerdos sobre los pagos. Sin embargo, Aeromar no ha logrado recuperarse de sus dificultades financieras y ha perdido la mitad de su flota debido a la exigencia de un arrendador canadiense que exige tres aviones en prenda debido a los adeudos de la aerolínea.
Además, el Tribunal Superior de Justicia y el Poder Judicial de la Ciudad de México notificaron a la Agencia Federal de Aviación Civil (AFAC) la resolución que ordenó a Servicios a la Navegación en el Espacio Aéreo de México (Seneam) suspender los planes de vuelo de tres aviones de Aeromar en función de un procedimiento judicial de ejecución de garantía promovido por Export Development Canadá contra la empresa mexicana. Por otra parte, la Asociación Sindical de Pilotos Aviadores (ASPA) tiene programado el estallido de una huelga ante el impago de salarios y prestaciones atrasadas.
La situación es grave, y la empresa se enfrenta a una gran cantidad de acreedores. Según Humberto Gual, secretario de ASPA, la aerolínea les debe a los pilotos más de 105 millones de pesos, y hay deudas pendientes con los empleados, los aeropuertos, los servicios auxiliares, el Infonavit, el IMSS, el SAT y otros acreedores.
La situación es particularmente preocupante porque la aerolínea no ha dado señales de confianza, y su dueño, el empresario de origen israelí, Zvi Katz, sigue fuera de México, según fuentes cercanas. Además, el presunto inversionista que tenía planeado rescatar a Aeromar, la brasileña Nella Airlines encabezada por Mauricio Souza, no ha tomado medidas para salvar la empresa.
La decisión del gobierno federal de absorber Aeromar y operarla bajo el logo de la nueva aerolínea estatal, de acuerdo con una presentación develada en la filtración conocida como Guacamaya Leaks, no prosperó, y la administración federal compró la marca Mexicana y se prepara para lanzar su nueva aerolínea sin rescatar a Aeromar.
Según Fernando Gómez Suárez, analista del sector aeronáutico, los adeudos de más de siete mil millones de pesos con todos sus acreedores son motivo para considerarla en “quiebra técnica”.
