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Un pequeño convoy cruzó este jueves desde Turquía hacia el noroeste de Siria, una zona controlada por rebeldes, con medicamentos, mantas, tiendas de campaña y kits de refugio de las Naciones Unidas (ONU) que se necesitaban con urgencia.
La ayuda de la ONU arriba al enclave tres días después del devastador sismo que mató a miles de personas en Siria y Turquía.
Antes del convoy de seis camiones, los únicos que cruzaban Bab al-Hawa, en la frontera entre Turquía y Siria, eran personas que llevaban cuerpos de víctimas del sismo que eran refugiados sirios que huyeron de la guerra en su país y se establecieron en Turquía.
Los sobrevivientes, llorando, llevaban los restos de sus seres queridos envueltos en sábanas, mientras otros esperaban en el lado sirio para recibirlos.
Bab al-Hawa es el único cruce que la ONU puede usar para entregar ayuda al enclave desde Turquía. Pero el caos que siguió al sismo, las carreteras dañadas y los montones de escombros alrededor del cruce impidieron a la ONU entregar ayuda.
Según los informes, grupos de ayuda más pequeños han llevado algo de ayuda a través de otros cruces fronterizos, pero los funcionarios de la ONU se han mostrado reacios a romper el protocolo.
Con información de AP