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La diputada perredista Polimnia Romana Sierra, presidenta de la Comisión de Atención al Desarrollo de la Niñez del Congreso de la Ciudad de México (CDMX), presentó una iniciativa que propone la perdida de la patria potestad para quienes comentan el delito de feminicidio.
Al presentar su iniciativa, la legisladora se refirió a los crecientes índices de violencia contra las mujeres, señalando que el feminicidio en nuestro país es una de las principales causas de muerte en mujeres desde 1993.
Asimismo, precisó que lo más importante en los casos de feminicidio es mantener a niñas y niños alejados del agresor, con la finalidad de salvaguardar su integridad física y emocional, para garantizar su sano desarrollo en un entorno libre de violencia.
La iniciativa propone reformar el Código Civil de la CDMX para que la patria potestad se pierda por resolución judicial, cuando el que la ejerza sea condenado por delito de feminicidio cometido en contra de la madre de sus hijas, hijos o adolescentes sujetos a su patria potestad.
El proyecto también propone instituir la obligación para que las autoridades judiciales en materia penal, cuando tengan conocimiento de un feminicidio, avisen a sus similares en materia familiar y al DIF de la CDMX del inicio de estos procesos.
Protección a menores huérfanos por feminicidios
La diputada explicó también que su iniciativa tiene la finalidad de que las autoridades en materia familiar de la CDMX determinen medidas cautelares y de protección respecto de la guarda y custodia y de la patria potestad de aquellos menores que hayan quedado en la orfandad a causa del feminicidio de su madre.
“Los feminicidas no son monstruos, los feminicidas no viven en un tiradero clandestino drogándose y pateando a los perros de la calle, los feminicidas son jueces, arquitectos, agricultores, modelos de revista, empresarios exitosos, policías, maestros, los feminicidas son hermanos, abuelos y también son padres”.
“En este país nos hemos cansado de contar feminicidios, pero pocas veces contamos a esos hombres que no sólo siguen caminando tranquilamente por la calle, sino que además se atreven a reclamar su derecho como padres de quienes al perder a su madre inician ya, un largo camino hacia la justicia. La impunidad también es violencia, y de esa el estado es el único responsable”.
