En pequeños grupos y en forma simultánea en distintos puntos de México, familiares de algunos de los más de cien mil desaparecidos en el país exigieron el martes que se apliquen las leyes y se busque a sus seres queridos.
Son “unas cifras realmente enormes” y reconocidas por el gobierno, dijo Guillermo Fernández Maldonado, representante de la oficina de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, que participó en una de las marchas de la capital.
En el Día Internacional de las Víctimas de Desaparición Forzada, las familias volvieron a caminar por avenidas de la Ciudad de México con las fotografías de sus seres queridos colgando de sus pechos.
Exigieron al gobierno que cumpla las recomendaciones presentadas en abril por el Comité contra las Desapariciones Forzadas de la ONU que, entre otras medidas, pidió combatir una impunidad que calificó de “casi absoluta” y “estructural”.
Exigen que el Estado reconozca su responsabilidad
El Comité también instó a las autoridades a que reconozcan todas las formas de responsabilidad del Estado, ya sea por acción directa o por complicidad u omisión en las desapariciones efectuadas por el crimen organizado, que es el principal perpetrador.
El caso más conocido internacionalmente es el de los 43 estudiantes de magisterio desaparecidos en 2014 en Iguala, Guerrero, pero son los perdidos a los que nadie busca y de los que sólo sus familias se acuerdan.
Las familias piden que se cumplan los protocolos de búsqueda desde las primeras horas, las más importantes para localizar a alguien, y piden mayor coordinación entre instituciones porque aunque el gobierno federal ha avanzado en temas de legislación y búsqueda, no siempre cuenta con el apoyo de los gobiernos estatales.
Además de los desaparecidos, México tiene 52 mil personas no identificadas en fosas y morgues de todo el país.
Con información de AP
