Saúl Álvarez y Gennady Golovkin provocaron un momento de tensión, tras confirmar la tercera pelea de su rivalidad en Los Ángeles, California.
Canelo y GGG se aproximaron al centro del templete, y ambos se mostraron con actitud hostil frente a su oponente.
Álvarez se mostró seguro de quedarse con la victoria y el campeonato indiscutido por la vía del nocaut.