Un descenso inesperadamente brusco en los suscriptores de Netflix ha hecho que la plataforma estudie cambios a los que se ha resistido durante años: reducir el número de contraseñas compartidas y crear un servicio de bajo costo, apoyado con publicidad.
Los cambios buscan ayudar a Netflix a recuperar el impulso que perdió el último año. Y es que si bien las cuarentenas asociadas a la pandemia disparó el consumo audivisual, en la medida en que la gente retoma a su vida normal los rivales como Apple y Disney empezaron a arrebatarle parte de su gran audiencia con sus propios servicios de streaming.
De esta forma, los clientes de Netflix cayeron en 200 mil suscriptores en el trimestre enero-marzo; el descenso también está relacionado con la decisión de Netflix de abandonar Rusia en protesta por la guerra contra Ucrania, que supuso perder 700 mil suscriptores.
Por si fuera poco, la empresa estima que va a perder otros 2 millones de suscriptores en el actual trimestre abril-junio.
El declive, tras un año de crecimiento cada vez más lento, ha afectado a otro pilar de Netflix, sus inversionistas. Tras publicar unos resultados decepcionantes, las acciones de la compañía cayeron más de un 25% en las operaciones después del cierre del martes.
Netflix busca limitar el uso de cuentas
La compañía, con sede en Los Gatos, California, calcula que unos 100 millones de hogares de todo el mundo acceden gratis a su servicio gracias a la cuenta de amigos o familiares, incluidos 30 millones en Estados Unidos y Canadá.
Para animar a más gente a que pague su cuenta, la compañía expandirá un sistema que ha probado en tres países latinoamericanos: Chile, Costa Rica y Perú.
Si bien Netflix cree que estos cambios lo ayudarán a aprovechar sus actuales 221,6 millones de suscriptores en todo el mundo, los cambios también corren el riesgo de alejar a los clientes hasta el punto de llevarlos a cancelar.
Con información de AP
