Seis semanas atrás el periodista Armando Linares intentaba contener las lágrimas mientras informaba en un video el asesinato de su compañero Roberto Toledo.
Su esposa, hijos, hermanos y amigos en una pequeña funeraria, se alistaron para enterrarlo tras convertirse en el octavo periodista asesinado en México este año.
Luego de algunas semanas de retirarse de la actividad periodística tras el homicidio de Toledo, camarógrafo del portal de noticias Monitor Michoacán, y el cierre de la oficina del medio, donde ambos trabajaban y ocurrió el asesinato, Linares decidió retomar la reportería.
“Nunca se dobló ante nadie”, afirmó Rosa Pedraza, esposa de Linares, al hablar de la determinación que llevó al director del Monitor Michoacán a retomar sus labores tras la muerte de su colaborador; y las constantes amenazas que continuó recibiendo.
Linares continuó publicando en Monitor Michoacán. Escribió historias sobre las mariposas monarca que pasan el invierno en las montañas alrededor de su pueblo, Zitácuaro; noticias policiales y de comunidad que ocasionalmente incluían críticas a funcionarios locales.
El presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que Linares “no aceptó la protección” oficial como sí hicieron dos compañeros del portal del noticias.
La afirmación del mandatario generó dudas sobre si la víctima pudo haber salido del programa en algún momento.
Pequeños grupos de periodistas mexicanos protestaron en distintos puntos del país.
López Obrador repitió que en su gobierno no hay impunidad y aseguró que:
Sin embargo, volvió a hablar de las “mentiras” de los medios y de periodistas “mercenarios”.
Las organizaciones de defensa de la prensa como Comité para la Protección de los Periodistas o Artículo 19 hablan ya de una “espiral de violencia” inédita y fuera de control que no va a parar hasta que el gobierno no asuma que México está en una situación sin precedentes.
En el congreso de Morelia, decenas de compañeros de Armando Linares tomaron el hemiciclo con carteles que decían “Gobierno pacifista no mata periodistas”.
El colectivo “Ni Uno Más Michoacán” denunció que tanto el gobierno federal como el estatal pusieron en duda la profesionalidad de Linares.
Con información de AP