El periodista Armando Linares fue asesinado en Zitácuaro, Michoacán. Se trata del octavo comunicador en ser víctima de homicidio en lo que va del año.
Linares, director de Monitor Michoacán, murió dos meses después del homicidio de un colaborador, Roberto Toledo. Entonces, Linares dijo que había recibido amenazas de muerte; por ello, tenía protección de las fuerzas policiales tras haber ingresado al mecanismo de protección federal.
A inicios de este mes, hombres mataron a Juan Carlos Muñiz, un reportero de información policiaca de Testigo Minero, en Zacatecas.
El homicidio de Muñiz ocurrió después de la muerte a balazos de Jorge Camero, director de un portal de noticias, y que también se desempeñaba como secretario particular de un alcalde de Sonora. En febrero también se registró el asesinato de Heber López, director del portal Noticias Web, en el estado de Oaxaca, en el sur del país.
Toledo, operador de cámara y editor de video de Monitor Michoacán, fue baleado mientras se preparaba para una entrevista. El 23 de enero, Lourdes Maldonado López fue asesinada en Tijuana; una semana antes fue baleado el fotógrafo Margarito Martínez.
El reportero José Luis Gamboa murió el 10 de enero en Veracruz.
México es el país más violento del hemisferio para el ejercicio del periodismo. Así lo sostiene el Comité para la Protección de los Periodistas con sede en Nueva York; sostiene que en 2021, nueve periodistas murieron a manos del crimen.
En diciembre, el subsecretario de Gobernación, Alejandro Encinas, admitió que la impunidad en esos casos supera el 90%.
Con información de AP
