Una manada de hipopótamos, descendientes de las cuatro crías que mantenía Pablo Escobar en Colombia dentro de su zoológico privado, se mantienen en la rivera del río en Puerto Triunfo, Colombia.}
Álvaro Molina, de 57 años, es uno de los pocos colombianos que ha sido atacado por los hipopótamos y aun así no está de acuerdo con que sean sacrificados.
Por primera vez desde que Escobar llevó ilegalmente los hipopótamos a Colombia, tan lejos de su natal África, el gobierno tomará acciones concretas para controlar su población: serán declarados una especie exótica invasora.
La norma será firmada en las próximas semanas, informó a AP el ministro de Ambiente, Carlos Eduardo Correa. Luego de la declaración el gobierno creará con expertos un plan de control de la especie que actualmente suma unos 130 ejemplares y que según las proyecciones pueden llegar a ser 400 en ocho años si no se controla su reproducción.
La decisión es impopular. En Puerto Triunfo -a 200 kilómetros de Bogotá- los pobladores de la zona donde viven los hipopótamos los defienden y dicen estar habituados a su presencia, incluso algunos se oponen a la esterilización y más aún al sacrificio. Varias personas le dijeron a AP que están listas para protestar en caso de que ordenen su exterminio.
Los habitantes de la zona relatan que algunas veces han salido del agua y andado por las calles del pueblo. Cuando ocurrió, el tráfico se detuvo y todos se alejaron. En la zona rural, donde viven a sus anchas, los pescadores suelen encontrarlos usualmente cuando pescan en la noche, pero es posible avistarlos de día.
Los hipopótamos, territoriales y de hasta tres toneladas, son vistos en la zona como animales dóciles. Montes relató que dos familiares suyos se llevaron una cría recién nacida a la casa, le tomaron fotos y luego la devolvieron con su madre.
Los científicos, en cambio, advierten que no tienen un depredador natural en Colombia y son un problema potencial para la biodiversidad ya que con sus heces cambian la composición de los ríos y podrían impactar el hábitat de manatíes y chigüiros.
Daniel Cadena, doctor en Biología y decano de Ciencias de la Universidad de Los Andes, explicó a AP que son animales agresivos y están “lejos de ser la ternura que muchos se imaginan”.
La norma que los declarará especie invasora está disponible para ser consultada por los ciudadanos antes de ser firmada por el ministro.
Con información de AP