Por lo menos 72 personas, 60 afganos y 12 militares estadounidenses, murieron por los ataques con bomba perpetrados este jueves en Kabul, Afganistán.
El General estadounidense a cargo de la evacuación, Frank McKenzie, prometió que Estados Unidos “iría detrás” de los responsables de los ataques. El líder militar advirtió que se presume que ocurran más ataques de ese tipo.
El presidente Joe Biden, en un discurso a la nación, se dirigió directamente a los responsables de los ataques ocurridos en Kabul:
No perdonaremos. No olvidaremos. Los perseguiremos y los haremos pagar.
Poco después de que el General McKenzie informó sobre los atentados, el grupo Estado Islámico (Isis) se atribuyó la responsabilidad de los ataques.
McKenzie dijo que no se suspenderían las labores de evacuación y que los vuelos continuarían despegando. Señaló que había una gran cantidad de seguridad en el aeropuerto y que se estaban utilizando rutas alternas para sacar a la gente.
De los militares estadounidenses que perecieron en los ataques, 11 eran infantes de Marina y uno médico de la Armada, informaron funcionarios de Washington.
Se reportó que otros 15 efectivos estadounidenses habían resultado heridos por el ataque. También hubo 140 afganos lesionados, añadió un funcionario de Afganistán.
