Por unanimidad, el Senado aprobó una reforma que fue calificada de “histórica” por todas las fuerzas políticas. En ella se establece la igualdad salarial entre mujeres y hombres; asimismo, prohíbe la discriminación por género en las remuneraciones de trabajadores del sector público y privado.
La reforma también obliga a los patrones a brindar las mismas oportunidades de ascender de puesto al personal femenino y masculino.
Patricia Mercado, explicó que la iniciativa buscó darle un valor en salarios y prestaciones a los trabajos que realizan las mujeres. Es decir los “feminizados”, como sobrecargos, secretarias, asistentes, enfermeras y cuidadoras; esto debido al alto nivel de responsabilidad que conlleva, que si se comparan con otros trabajos “masculinizados” similares, su retribución no está a la par.
En la iniciativa se presentó una ruta para que en este sexenio se pueda lograr la completa igualdad de remuneración en la administración pública federal.
La igualdad salarial no es una causa que busque privilegios, consideraciones, ni premios, es darle el valor que tiene nuestro trabajo
Las brechas salariales son consecuencia también de desigualdad en el uso del tiempo y las responsabilidades en el hogar y el cuidado de personas.
La senadora Verónica Delgadillo señaló que en México la brecha salarial llega a ser desde 18 por ciento hasta 35 por ciento. Es decir, si un hombre gana 6 mil pesos al mes, una mujer, en ese mismo puesto, que hace y tiene las mismas responsabilidades gana 3 mil 900 pesos.
