Por Tomás Briones
En tres días, Tamaulipas logró aplicar las 19 mil 500 dosis del antígeno contra el Covid, que la Federación envió para reforzar el frente contra el virus en la entidad.
Esta entidad es una de las 10 que están en Semáforo Naranja, de acuerdo con la incidencia que reportan autoridades federales y estatales.
Ya lleva más de medio año en esa condición, lo que ha representado tener que paralizar parcialmente muchas de las actividades productivas y totalmente otras que no son esenciales.
Estas medidas adoptadas por el Comité Estatal de Salud Pública y respaldadas por el Ejecutivo han buscado contener el crecimiento del índice de contagiados y personas fallecidas, que actualmente supera las 43 mil afectados y más de 3 mil 500 muertos.
Aunque en lo esencial, el Gobierno de Tamaulipas y otros 9 del país se han pronunciado contra lo que han considerado podría ser un uso sesgado de las vacunas con evidentes fines políticos en el actual proceso electoral, en los hechos la Secretaría de Salud estatal mostró eficiencia de la logística utilizada para aplicar en el tiempo establecido con las 19 mil 500 dosis a enfermeras, médicos, inhaloterapistas, camilleros y en general, a todo el personal de primer contacto con sospechosos de Covid, en los principales municipios de la entidad.
Tamaulipas es un estado extenso, con una distribución heterogénea de centros poblacionales dispersa entre la zona norte, en la frontera con Texas y el sur, en los límites con las entidades de Veracruz y San Luis Potosí.
La alta movilidad en la frontera con Estados Unidos, especialmente por la repatriación de ilegales por parte de autoridades migratorias, influye para que en los municipios fronterizos se registre una alta incidencia de casos de Covid. La franja que se extiende desde Nuevo Laredo hasta Matamoros, pasando por Reynosa, Río Bravo, Valle Hermoso y otras poblaciones de la llamada frontera chica concentran más del 50% de los 43 mil 700 casos confirmados.
En el centro del estado, las actividades gubernamentales también propician que haya un crecimiento notable en el número de casos confirmados, mientras que en la región sur, integrada principalmente por la zona metropolitana que integran Tampico y otros 5 municipios de Tamaulipas y Veracruz, la cantidad de trabajadores que diariamente transitan entre esas localidades ha convertido a esa área en la segunda con mayor incidencia.
El asunto no es de menor importancia si consideramos como parte de la Alianza Federalista, el gobernador de Tamaulipas Francisco García Cabeza de Vaca ha mostrado una postura crítica y hasta cierto punto dura, en relación con la política aplicada por el Gobierno Federal para enfrentar la pandemia.
La falta de recursos extraordinarios para atender el problema sanitario en los hospitales públicos, la ausencia de una acción firme para gestionar el cierre de la frontera al paso de estadounidenses hacia Tamaulipas y recientemente, la posibilidad de que la Federación opere con un criterio político la aplicación de las vacunas a la población general, son los principales temas que sintetizan el enfrentamiento entre ambos niveles de gobierno.
Sin embargo, en lo que toca a la responsabilidad de inmunizar al personal médico que combate en primera línea al Covid, hasta ahora, la colaboración institucional ha sido eficaz y expedita.
Lo que suceda después, cuando corresponda a la población en general recibir las dosis, las cosas serán diferentes y entonces podremos decir quién tiene la razón.
