Italia ordenó a nivel nacional el uso obligatorio de cubrebocas fuera de casa e impuso la medida de dar multas de 1 000 euros (1 163 dólares) a los infractores.
El país busca impedir que un rebrote de contagios se salga de control después de que fuera el primero de Europa en ser azotado por el COVID-19.
El gobierno adoptó la medida aun cuando Italia figura entre los países con la tasa más baja de infecciones en Europa.
Las autoridades de salud pública han advertido que el constante incremento en los nuevos contagios desde hace nueve semanas hacen necesario nuevas medidas.
La reunión del gabinete para aprobar el decreto tuvo lugar este miércoles, al tiempo que Italia sumó 3 678 casos nuevos y 31 fallecimientos al registro oficial del COVID-19.
Este incremento de casos es el más alto desde lo peor de la pandemia en abril. Lombardía y el sur de Campania, las más asoladas, sumaron más de 500 casos cada región.
Italia acumula actualmente más de 36 000 muertes confirmadas de COVID-19, el segundo número más alto en Europa después de Gran Bretaña.
El nuevo decreto del gobierno estaría contenido en una medida para ampliar el estado de emergencia hasta el 31 de enero.