Este martes se decretó el cierre de Gaza luego de confirmarse los primeros casos de COVID-19 en la población del enclave palestino.
Las autoridades sanitarias del territorio controlado por el grupo islamista Hamas están preocupadas por el grave riesgo que supone el virus en esta zona con problemas de pobreza, campos de refugiados densamente poblados y limitadas instalaciones hospitalarias.
Un portavoz gubernamental dijo que se confirmaron cuatro casos del coronavirus en una familia de un campo de refugiados. Son los primeros en Gaza que no implican a gente en cuarentena en instalaciones fronterizas tras haber entrado al enclave desde Egipto o Israel.
“¿Qué pasa si uno de nosotros se infecta?”, preguntó Khaled Sami, un residente de Gaza.
Cuando la gente enferma de gravedad la envían a Israel, Cisjordania o Egipto. Ahora todo está cerrado, ¿quién va a abrir la puerta a alguien que sufre coronavirus?.
Las calles de Gaza estaba en general desiertas después de que en la noche del lunes se ordenó el cierre de negocios, colegios y mezquitas por al menos 48 horas.
No obstante, algunas personas intentaban comprar productos esenciales en comercios y panaderías, algunos de los cuales estaban abiertos.
El Ministerio de Salud de Gaza dijo que los cuatro casos fueron descubiertos después de que una mujer viajó a Cisjordania, donde dio positivo.
También informaron que ha habido 110 casos en instalaciones fronterizas de cuarentena y una muerte desde que empezó la pandemia.
El mes pasado, Abdelnaser Soboh, director para Gaza de la Organización Mundial de la Salud, dijo que el sistema sanitario del territorio solo podría lidiar con 500 casos positivos a la vez.
