Con una manta con los rostros de personas desaparecidas, una señora se colocó al frente de la camioneta que transportaba al presidente Andrés Manuel López Obrador.
Sin embargo, la camioneta continuó su camino. Así fue la visita del presidente a Veracruz.
“¡Quiero a mi hijo, quiero a mi hijo!”, se escucha entre el tumulto.
Desde la ventanilla sólo hay gesticulaciones, el chofer de López Obrador recrimina con la mirada a los policías de civil, consignan los medios.
De repente, en medio de la nada y al borde del llanto se escucha la polémica explicación: “Como no somos la mamá del El Chapo ¿por eso no nos atiende?”.
Una empleada del gobierno de Cuitláhuac García, gobernador de Veracruz, se metió desesperada en medio de los manifestantes, manoteó y gritó con los ojos desorbitados:
Los familiares de desaparecidos bloquearon por cinco minutos la carretera Veracruz-Xalapa para hacer patente su enojo, por lo que consideraron un completo desdén presidencial.
Desde el pasado 4 de junio, diversos colectivos de desaparecidos en el país acampan en el zócalo de la Ciudad de México en espera de ser recibidos por López Obrador.
En esos campamentos también hay varios familiares de desaparecidos de Veracruz.
Con información de APRO