Víctor Vargas, propietario de una tienda de zapatos en un mercado popular al aire libre en Bolivia, lucha por mantener su negocio familiar en medio de una grave crisis económica.
Hace unos años, su tienda atraía a numerosos clientes desde temprano, pero ahora permanece vacía. Vargas, de 45 años, ha colocado carteles que dicen “Compro dólares” en un esfuerzo por obtener la divisa y mantener su negocio operativo.
La crisis económica en Bolivia se ha visto exacerbada por la disputa política entre el presidente Luis Arce y el exmandatario Evo Morales. Muchos bolivianos han perdido la confianza en Arce, mientras que Morales niega la existencia de una crisis económica.
La situación llegó a un punto crítico con el despliegue de militares en La Paz, que el gobierno calificó como un intento de golpe de Estado. Sin embargo, críticos lo consideran un “autogolpe” para mejorar la imagen política de Arce antes de las elecciones de 2025.
La economía de Bolivia enfrenta problemas como la escasez de dólares y combustibles, aumento de precios y desconfianza en el gobierno.
Vargas y otros comerciantes dependen del dólar para importar productos, pero la falta de divisas ha incrementado los precios y reducido la demanda.
Las reservas de litio de Bolivia ofrecen una esperanza a largo plazo, pero la inversión en este sector ha sido limitada. La disputa política entre Arce y Morales sigue afectando la estabilidad económica y social del país.
Con información de AP
