El nuevo primer ministro de Haití, Garry Conille, asumió el cargo en un contexto de crisis sin precedentes en el país, enfrentando grandes desafíos como la inseguridad y la inestabilidad política. Conille destacó la urgencia de atender las necesidades de la ciudadanía, que ya no puede esperar más.
En su ceremonia de investidura, Conille subrayó la gravedad de la situación en Haití, agravada tras el asesinato del presidente Jovenel Moise en 2021 y la violencia que ha seguido desde entonces.
Conille tomó posesión junto a su gabinete, compuesto por 18 carteras y 14 ministros, incluyendo a cuatro mujeres. Dominique Dupuy será la encargada del Ministerio de Asuntos Exteriores y Asuntos Religiosos, así como de la cartera de los Haitianos Residentes en el Extranjero.
Durante su discurso, Conille reconoció que Haití enfrenta una crisis multidimensional que requiere una acción inmediata para mejorar la seguridad, la estabilidad política y las condiciones de vida de la población.
El primer ministro enfatizó la necesidad de trabajar juntos para convertir los desafíos en oportunidades, comprometiéndose a servir a la nación con integridad y transparencia.
Entre las prioridades de su gobierno están la seguridad pública y nacional, la recuperación económica, la rehabilitación de infraestructuras, la seguridad alimentaria y sanitaria, y la reforma constitucional. Conille también prometió luchar contra la corrupción y fomentar el diálogo para organizar elecciones generales y mejorar los servicios básicos.
