La final de la competencia de futbol masculino en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 congregó a dos rivales conocidos: México y Japón.

Aunque el cruce en la fase de grupos favoreció al país anfitrión, México logró contrarrestar el favoritismo y la localía de Japón para poder conseguir la medalla de bronce.

Así, de la mano de Jaime Lozano, los 23 futbolistas culminaron un proceso con una brillante actuación que sumó la cuarta presea al medallero de la delegación nacional durante Tokio 2020.

Tuvieron que pasar 53 años para que las dos escuadras protagonistas volvieran a coincidir en fase y torneo.

Polémico recuerdo de 1968

En medio de la polémica en torno al futbol mexicano, el partido por el tercer lugar de los Juegos Olímpicos de 1968 fue ganado por los nipones y el Estadio Azteca abucheó la actuación de los anfitriones. No obstante, la historia escrita al interior del Estadio de Saitama el 6 de agosto de 2021 cambió los papeles.

Con el pitazo final, los jugadores mexicanos se hincaron en el pasto entre sonrisas en el rostro y la encomienda de ser el ansiado relevo generacional en la Selección Absoluta.

Lozano se ganó el reconocimiento de haber encaminado a un grupo de jóvenes que si bien no consiguieron la hazaña de Londres 2012, sí sentaron las bases de un proyecto que promete el desarrollo del futbol mexicano en el contexto internacional.

Con información de Infobae

Dejar una comentario

Por favor ingresa tu comentario
Por favor introduce tu nombre aquí
Captcha verification failed!
CAPTCHA user score failed. Please contact us!